jueves, 23 de julio de 2009

"Somos una válvula de escape"



Fotografía: Joel Martínez
Montse Fernández - Natalia Puga / Tánger.
Dar tu tiempo a cambio de vivir una experiencia”, responde Adrián cuando le preguntamos sobre su visión de la figura del voluntariado. Aparentemente distante ante todo lo que le rodea, nos asegura que el principio básico de todo voluntario “es comprender una situación determinada e interiorizarla para ser feliz”.

Este joven vilagarciano había participado ya en otras situaciones de voluntariado en España, pero ninguna había resultado tan intensa como la que está viviendo aquí en Marruecos, no obstante, asegura con convicción que en un país o en otro “los principios del voluntariado siguen siendo los mismos, comprender la realidad y asumirla”.

Puede que el hecho de ser hombre y no poder alojarse en la casa de una trabajadora de las fábricas del textil le haya impedido vivir esta experiencia plenamente, integrarse en una familia tradicional como han podido hacer sus compañeras. El convive con el presidente de Attawassoul, Boubker El Khamlichi, pero aún así, se muestra contento con todo lo que le ha podio ver y realizar hasta ahora, “es otro tipo de experiencia, el hecho de ir a un local occidental, ver el laicismo que existe en la sociedad marroquí, te ofrece otros puntos de vista, yo soy un mero observador aquí”.

Reconoce que los primeros días como voluntario activo en la asociación Attawassoul fueron duros, “es difícil enseñar algo cuando no te entienden o tienes pocos medios”, por lo que considera primordial que desde Amarante se forme bien a los voluntarios sobre las actividades que van a realizar y las necesidades de la asociación, “mejorar la docencia en las clases de español y de informática, todo aquello que sea de ayuda a los que vengan el año que viene”.

Sin embargo, para Adrián esta experiencia está siendo mucho más que una simple acción de voluntariado, y considera que el enriquecimiento está siendo mutuo, “básicamente aquí a lo que venimos es a compartir, para las trabajadoras somos una válvula de escape y para nosotros es un modo de aprender mutuamente y de que ellas puedan salir de su realidad cotidiana y vivir un momento de alegría”.

1 comentario:

  1. Como siempre, grandes ideas , formas de pensar, no cambies, Adrián!!

    Un biquiño sabio!

    Y enhorabuena a Natalia, Montse y Joel por este gran trabajo.

    Noelia

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